lunes, 28 de septiembre de 2009

Más Fotos de Chacay Huarruca - 26/09/2009

Hola Amigos!

Antes de mostrarles las fotos, quería agregar un par de párrafos y comentarles un poquito algunas experiencias de este viaje.

Mi primer viaje con los Padres Amigos (grupo del cual siento un inmenso orgullo de poder formar parte) fue a fines del año pasado a Clemente Onelli.
Estuve como 4 horas en una lucha cuerpo a cuerpo con las 5 PC's que tienen en la Sala de Computación (una me ganó, pero las otras 4 no!) y todo el tiempo estuve rodeado de más de 10 niños que me hicieron el "aguante" mientras instalaba los programas didácticos.

Todo el tiempo hablábamos y yo les preguntaba miles de cosas; sobre como viven, qué hacen todo el día, qué cosas les gusta más en el cole y cuáles no les gusta tanto, a qué juegos juegan, etc, etc.
Aquella vez me sorprendió gratamente la idea de respeto y educación que tienen los chicos cuando se comunican. No sólo cuando se comunican con un mayor; entre ellos pude ver el mismo trato.
Me resultó bastante complicado lograr que dejen de decirme "señor Andrés".

Me emocionó mucho también la forma sincera que tienen de demostrar sus emociones y su cariño.
Y ni que hablar de la intensidad de sus abrazos a la hora de despedirnos!

Y también ellos me preguntaban muchísimas cosas; sobre como vivíamos en Bariloche, yo les conté que estuve mucho tiempo viviendo en una enormísisima ciudad llamada Córdoba, y que estaba tan repleta de enormes edificios que casi era imposible disfrutar más de 1 hora de sol. Esto les causó una sensación media extraña, mezcla de gracia con pena. O sea, no llegaban a entender cómo era posible no poder disfrutar del sol. Entonces les hice un dibujo de varios edificios altísimos y me dibujé yo, pequeño pequeño, en el medio de la calle.
Uno de los chicos, que habrá tenido unos 8 años, miró el dibujo y dijo: "Ahhh..como una cárcel!".
Y ahí estuvo todo dicho...


Esta vez fuimos a Chacay Huarruca, que es un lugar maravillosamente hermoso!

La sola presencia de la longko Lucerinda Cañumil,con sus casi 90 años, inspira un respeto digno de admiración.
La forma en la que habla! La expresión que le da a sus palabras, son una mezcla de solemnidad y mística que hizo que todos nos quedemos paralizados cuando hablaba, y a mi (y a todos, creo) se nos hizo un nudo en la garganta escucharla hablar de su lucha por recuperar territorio mapuche.
Y ni que decir del momento en que nos dió su "bendición" para el viaje de regreso a Bariloche!

Estuve un par de horas instalando software y después de comer unos ricos corderitos a las llamas, me sumé al picadito de fútbol que habían empezado los chicos que se habían acercado hasta la escuelita. Estuve un poco más de una hora tratando de demostrar mis habilidades (tarea que resultó totalmente inconclusa) y después me senté al costado de la cancha junto a un par de chicos y chicas que hacían de "tribuna popular".
En ese momento también me puse a tirar de la lengua de estos chicos, y empezamos a hablar de la escuela, del dentista, del dolor, de la felicidad..hasta de música!
Una de las chicas estaba super ansiosa porque el año que viene termina la escuela primaria ahi en la Escuela 65 de Chacay Huarruca, y deberá irse a vivir a Río Chico, a la casa de su abuela, para poder terminar el colegio secundario. Estaba tan felíz y ansiosa por que llegue ese momento, que me resultó gracioso (me acordaba de la lucha que tenía que hacer yo con el despertador para levantarme e ir al colegio secundario).
Esto es muy bueno; ese concepto de educación que les inculcan a los chicos. Esa idea de "escuela" como algo que además de útil y necesario, es disfrutable!
Recuerdo también que otra nenita, que tiene 9 años, Andrea, me contaba que le encanta Matemáticas, que era la hora que más disfrutaba en el cole.

Entonces, a lo que quiero llegar con estas experiencias, es a lo siguiente:

Si vos elegís en cualquier gran cuidad argentina, al azar, 10 chicos que están por empezar el secundario y les preguntás: ¿Estás contento de empezar la escuela secundaria? ¿Cuántos te dirían que si...cuántos que no?

Si vos elegís al azar 10 chicos de 9 años, de cualquier gran ciudad argentina y le preguntás si les gusta la hora de Matemáticas: ¿Cuántos te dirán que si...cuántos que no?

A la conclusión que llego, luego de todo esto, es que más que verlo como un viaje "solidario"...lo tomo como un intercambio de cosas valiosas. Yo, po ejemplo, me traje más cosas valiosas de las que pude haber aportado. De eso no tengo ninguna duda. Y muchos tendrán el mismo sentimiento que yo.

Para pensarlo...no?



Andrés Ballesteros





































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